Cenutrios al volante

Qué coraje me da. Ayer circulaba por Pablo Ruiz Picasso a eso de las 19:30, por el carril derecho, a buena velocidad, con chaleco reflectante y luces delantera y trasera. Una furgoneta me adelantó y, al situarse a mi altura, me tocó el claxon (y los co*****). Miré al conductor y le ví haciéndome señas para que me fuera a la derecha a la vez que hablaba enojado. Una de dos, o me decía que me subiera a la zona peatonal de paseo marítimo - cosa que no pienso hacer nunca a no ser que por algún motivo circule a una velocidad ridícula - o me "sugería" que me situase más a la derecha del carril - cosa que tampoco pienso hacer nunca a no ser que quiera dejarme los dientes con alguna alcantarilla o que quiera tener un buen resbalón gracias a la mierda que se suele acumular en los laterales. Seguidamente me pasó un ciclomotor casí rozándome con su espejo retrovisor. Esto es algo normal, los motoristas parecen no entender que tiene que dejar una distancia mínima para adelantar a un ciclista. Curiosamente he observado que, por regla general, aún estando libre el carril izquierdo, un motorista no se cambiará de carril y te adelantará a toda pastilla como si no estuvieras. Mi experiencia personal es que los motoristas suelen tener menos respeto hacia los ciclistas que los automovilistas. Aparte del peligro que supone un posible golpe, para mi lo peor es el susto que te meten ya que suelen pasar a bastante velocidad y haciendo un ruido infernal (sobre todo las motitos canijas de mierda). Ayer tuve varios sustos de este tipo con motociclistas. Hace unos días una mujer me adelantó en Carlos Haya y me gritó que me subiera a la acera-bici. Afortunadamente, me la encontré parada en el siguiente semáforo y le expliqué brevemente los motivos por los que no lo hacía. Me dijo que ella montaba en bici los fines de semana y que le parecía más seguro circular por la acera que por la calzada. Obviamente, si me está diciendo que se siente más segura circulando por la acera-bici de la avenida Carlos Haya, eso es porque esa mujer no sabe montar en bici y, por tanto, no tenía sentido seguir conversando y perdiendo el tiempo. Afotunadamente no todos los conductores son así. Ayer mismo un conductor que venía por el carril izquierdo redujo la velocidad para dejarme adelantar al bus que había hecho su parada delante mía. Le dí las gracias y el tío me respondió con un saludo. Pero no nos engañemos, el porcentage de CENUTRIOS al volante es muy superior. En fin, que a ver si nos dejamos de gilopolleces como la de imponer el casco obligatorio y nos centramos en cosas mnás básicas como la educación vial. Aunque a veces lo único que hace falta es un poco de sentido común.